Disculpad la ausencia, pero la verdad es que he tenido un mes bastante ajetreado. Espero que el vuestro haya sido mejor. Estas dos últimas semanas he empezado a asistir a una escuela de escritura. Yo pensaba que sabía escribir más o menos bien, pero me he dado cuenta de que no. Las clases me están sirviendo de mucho, sobre todo a la hora de mejorar la técnica. Cada semana tenemos como ejercicio escribir algún texto. He decidido que voy a compartirlo con vosotros para que podáis ir notando mi progresión. La mayoría creo que no van a ser de las temáticas a las que os tengo acostumbrados, pero me parece una buena ocasión para que podáis observar si voy cambiando mucho mi forma de escribir o no. El primer ejercicio consistía en escribir un relato a partir de una situación abstracta: un niño al que sus padres no recogían después de la escuela. A partir de ahí, el desarrollo corría de nuestra cuenta. Otra condición que teníamos era ceñirnos a un tipo de narrador específico que sorteamos
Novelas, relatos, opiniones y mucha imaginación.