Esta semana os compartía en las redes el último artículo de David Vicente en Zenda, El emperador va desnudo . En él, el escritor hacía una crítica sobre la gente que aspira a publicar sin haberse formado, leído, lo suficiente para que sus textos alcancen una calidad aceptable. Las editoriales se ven en el compromiso de responder con "respeto" a estas personas y achacan el rechazo a "intereses editoriales". Hoy me despertaba con un artículo de Javier Rodríguez, entrañable librero sin pelos en la lengua, en el que nos narraba una esperpéntica visita de un autor autoeditado . Sí, yo también recurrí a la autoedición con mi primera publicación. Me creí todo eso de que, por muy buena que sea tu novela, nadie va a publicar a un autor novel. ¿Y cómo no iba a creérmelo? Mis amigos me decían que les encantaba, la editorial de autopublicación me aseguró que no necesitaba ninguna corrección... ¿El resultado? 300 ejemplares que hoy sé plagados de errores y de los cuales he log
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