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Mostrando entradas de noviembre, 2017

Propósitos para el nuevo año

Esta semana no os ttraigo relato. En su lugar, quería comentaros mis intenciones para el futuro más inmediato y también a medio y largo plazo. Hay un par de cosas interesantes que a lo mejor os interesa saber. Lo primero es que tengo intención de presentar algunos cuentos a concursos durante estos próximos meses. Los relatos tienen que ser inéditos y originales, así que no podré traéroslos al blog por el momento. No obstante, os mantendré informados al respecto. Esto también significa que habrá menos material en próximas semanas. Tengo que aprovechar el tiempo al máximo para los certámenes. Aun así, os intentaré dejar algunas cosillas que tengo escritas y todavía no he colgado. Por otro lado, la parte teórica del curso de escritura creativa al que asisto está tocando a su fin. Lo que voy a proponerme es comenzar una serie de entradas en las que trataré de explicar resumidamente los consejos que he recibido por parte de mi profesor y de algunos libros de cabecera. No pretendo plagia

Múnich

La teoría del iceberg es una de las cosas más difíciles de aplicar que hemos visto hasta el momento en las clases. Consiste en trasponer en palabras solo una pequeña parte de lo que sucede, la más superficial, para que el lector se interese y especule sobre lo que no ve, siguiendo pequeñas pistas y matices. Es lo que he intentado en este relato. Cuando lo leímos en clase, la gente no entendió bien el tema ni se percató de la mayoría de estos matices. De hecho, pensaron que el sentimiento de culpa del protagonista estaba exagerado y poco justificado. Por eso me gustaría hacer un experimento. Esta vez, además del relato, dejaré en la parte inferior lo que sucede, lo que hay debajo del iceberg. Juguemos a ver si sois capaces de desentrañar lo que ocurre en esta pareja. Si me dejáis en los comentarios lo que vosotros habéis entendido antes de leer la explicación, ¡será fantástico!

¿Qué es un latido?

Vuelvo por los fueros de los vampiros con este relato para la escuela de escritura. En esta ocasión teníamos que aplicar la dilatación temporal. La temática era libre y se me ocurrió que esta podía ser una buena idea para hacerlo. El resultado fue del agrado del profesor, más allá de que no le gusten las historias de vampiros. Dejadme vuestras impresiones. ¡Que lo disfrutéis!

Negra primavera

Esta vez he dado en el clavo con el relato. No recibí ninguna pega del profesor y creo que les gustó bastante a mis compañeros. Ellos también lo hicieron bastante bien y hemos conseguido por una vez casi no recibir críticas. En esta ocasión teníamos que escribir un relato situado en un escenario concreto. La situación tenía que incluir a dos personas en un vehículo en medio de algún entorno rural. Quería comentar algo curioso. Mientras leíamos los relatos, el profesor nos dijo que, a pesar de las reglas y técnicas que existen para escribir bien, muchas veces entra en juego el instinto. Pues bien, mientras revisaba el mío antes de enviarlo, me daba la sensación de que había un párrafo cojo y que necesitaba algo más. No era nada técnico porque en ese sentido estaba bien. Sin embargo, mi instinto me decía que tenía que añadir una frase más para redondearlo. Quizás esto es lo que menos se pueda aprender. Tal vez dependa del talento netamente, pero también pienso que es importante leer mu

Épsilon

Esta vez el relato para clase debía centrarse en la descripción. Supongo que todos tenemos en mente que un relato tiene que tener alguna trama, pero este no tenía por qué. Primer fallo de prácticamente todos. Luego hay que decir que la descripción es lo más difícil de escribir. Sí, todos sabemos hacerlo y nos sentimos cómodos. Es por eso que podemos recrearnos demasiado, haciéndolas anodinas y farragosas. También hay que tener en cuenta que sentimos con algo más que la vista. Si lo olvidamos, perderemos mucha de la fuerza que debería de tener. En conclusión, mi relato no explotó los cinco sentidos como hubiera podido y se perdió en detalles que tampoco venían al caso. Aun así, espero que lo disfrutéis.