En las últimas semanas, me han parecido años, he tenido que apañármelas sin mi teclado de cabecera. Antes utilizaba el propio teclado de mi ordenador portátil, y la verdad es que no me iba mal. Contra todo pronóstico, no es de los peores. Sin embargo, después de haber pasado año y medio con un teclado hergonómico y haber llegado a probar uno mecánico, la experiencia de volver a la membrana cutre me ha parecido una travesía por el desierto. Por eso he decidido escribir esta entrada. Os hablaré de lo que nadie cuenta en los tutoriales y cursos de escritura creativa y que, a todas luces, es la parte más importante: cómo escribir una novela y no perder la mano en el intento. Aunque nos acercaríamos un poco más a Cervantes, la idea ees aproximarnos en otros ámbitos, no en este.
Novelas, relatos, opiniones y mucha imaginación.