Hola, queridos lectores. Hoy os traigo un artículo de opinión un poco diferente a lo acostumbrado. En esta ocasión, me gustaría compartir con vosotros algunas reflexiones que he hecho tras la polémica surgida por la condena de una twitera a raíz de unas publicaciones en las que hacía humor con la muerte de Carrero Blanco a manos de ETA, ministro franquista destinado a preservar la continuidad del régimen. Creo que es procedente tratar este asunto, pues el humor es una parte fundamental de cualquier expresión artística, cualquiera que sea su tipología, igual que la tragedia y tantos otros elementos. Es necesario, por tanto, saber si tiene límites, dónde encontrarlos y, sobre todo, si puede ser penalmente punible esta cuestión. Para ello, iré analizando una serie de elementos por separado y después los uniré para llegar a una conclusión.