¡Hola, queridos lectores! Hoy os traigo la review no de un libro, ¡sino de una trilogía entera! Como veréis, es del mismo autor que la última que hice y también trata sobre Egipto, aunque desde una visión más fantástica y mística. ¡Recordad que podéis dejar vuestros comentarios! Pues nada más, ¡os dejo con ella!
Título: La reina libertad
Autor: Jacq, Christian
Editor: Planeta
Valoración:
La reina libertad es una trilogía compuesta por los libros El imperio de las tinieblas, La guerra de las coronas y La espada resplandeciente. A través de la protagonista, la reina Ahotep, Jacq nos cuenta cómo los egipcios luchan por recuperar su tierra después de la invasión hicsa, al final del imperio medio. Desde la pequeña provincia tebana, recuperarán la moral y la ilusión, se prepararán para el combate e intentarán sortear los múltiples obstáculos que el emperador Apophis y sus propios conciudadanos les plantearán.
Las novelas aportan bastante en el ámbito de la cultura y las costumbres egipcias, retratando una sociedad íntimamente ligada a la religión y los presagios, un pueblo poco guerrero. Uno puede descubrir múltiples tradiciones que desconocía por completo y cómo en aquella época ya disfrutaban de conocimientos que no pensaba tan antiguos. Detalles que pueden pasar desapercibidos para el ojo común son explicados y dotados de significado.
Uno de los puntos más relevantes de la novela es que, a pesar de pertenecer al género histórico, hace uso de muchísimas intervenciones místicas y de la hechicería. En este Egipto antiguo, las maldiciones, el mal de ojo, los talismanes y las energías ancestrales están omnipresentes, tanto por el lado de los propios egipcios como del lado hicso.
En cuanto al desarrollo de la historia, uno se figura que es más o menos coherente con los sucesos históricos. En ocasiones, el autor identifica catástrofes naturales con la conjuración de las fuerzas del dios Seth, que tienen una relevancia notable en el transcurso de los acontecimientos. No obstante, en multitud de ocasiones también se realiza la misma jugada con respecto a enfermedades y otros impedimentos, de forma que la batalla mágica es recurrente y hasta repetitiva.
La línea argumental es bastante plana y, salvo algún contratiempo, normalmente los egipcios consiguen lo que se proponen de un modo u otro. Para paliar este hecho, el autor inserta la figura de un espía hicso entre sus filas, pero éste tiene escasa importancia, más allá de momentos puntuales, y desde luego no se dan muchas pistas para que uno intente adivinar de quién se trata. Decepcionante en este apartado, pues al final de la trilogía se descubre su identidad por puro azar, demostrando que Jacq no es ni mucho menos un experto en esas lides.
A pesar de que argumentalmente no es una obra de arte, es una lectura más o menos amena en la que se reflejan muchos de los problemas de hoy en día. Los hicsos, encarnación del mal y todas las perversiones, se muestran avaros, corruptos, hambrientos de poder y riquezas, crueles y despiadados; se organizan en castas dirigentes que acumulan enormes fortunas y explotan sin miramientos a todos los pueblos que someten por la fuerza, llegando incluso al genocidio. En cambio, los egipcios se muestran como gente de bien en su mayoría, extenuados por el yugo de la opresión y casi carentes por completo de esperanza; lo único que importa es trabajar para ofrecer los tributos al emperador, nada más; al menos hasta que Ahotep comienza a cambiar eso.
De esta trilogía extraigo varias enseñanzas. En primer lugar, el hecho de que es imposible dominar a la gente por la fuerza, pues tarde o temprano ésta se rebela, ansiosa de libertad; es algo que ha ocurrido en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. Por otra parte, la muestra de que la paciencia y la perseverancia, a pesar de todos los reveses del destino, consiguen dar sus frutos si no se cede al miedo o a la ira. Por último, pero no menos importante, la inspiración que algunas personas pueden causar en los demás para imbuirles fuerza y esperanza.
En conclusión, se trata de una obra que aporta bastante en referencia a la cultura egipcia y al conflicto entre el despotismo y la justicia. Sin embargo, como ya he recalcado, la trama es bastante plana, repetitiva en ciertos puntos y casi desprovista de giros inesperados. Aún así, además de instructiva, resulta amena para aquellos a los que les gusten este tipo de novelas. Por todo ello, le doy una puntuación de 3 sobre 5.
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