Hola, queridos lectores.
El otro día os comentaba lo horrenda que me parece el proyecto de la nueva Ley de Propiedad Intelectual (LPI) que el gobierno ha puesto en marcha. En muchos puntos, resultaba utópica o irrealizable, cuando no se limitaba a cargar contra los dueños de los sitios web, aunque ellos no sean los infractores de la norma. Pero aún podía ser peor...
¿No quieres cobrar? Tranquilo, nosotros nos quedamos tu parte
Como leéis. Uno de los puntos más polémicos de la nueva LPI se refiere a la tasa que los agregadores de noticias deben pagar a los medios como compensación por utilizar su trabajo. En este aspecto, ya dije que la inclusión de sitios en estos servicios me parecía más beneficioso que perjudicial para ellos, pues incrementan el tráfico de las webs, además de contribuir a la difusión de la información, un pilar fundamental de la sociedad, especialmente en el campo de la ciencia.
sin embargo, no conocía este dato: los blogs también se incluirán dentro de estos medios a los que los agregadores deben compensar económicamente, ya que se trata de publicaciones periódicas (aunque algunos publiquemos sólo cuando tenemos algo interesante que contar). Y es aquí donde creo que reside la mayor estafa que he visto en los últimos tiempos, auspiciada por el mismísimo gobierno por añadidura.
¿Qué pasa si, como es mi caso, no deseo cobrar dicha tasa por dejar que agreguen mis contenidos? Esto me resultaría rentable, ya que incrementaría mi tráfico, con la consiguiente oportunidad de difusión y cobro por la publicidad. Pues muy sencillo: es obligatorio que lo cobres.
¡Ah, genial! Bueno, entonces Google, por ejemplo, ¿contactará conmigo para negociar los términos del acuerdo? Nada más lejos de la realidad. Una entidad de gestión de derechos, en este caso CEDRO, se ocupará de recaudarlo por mí. ¿Y qué pasa si no soy socio de dicha organización ni quiero serlo? Entonces, el dinero que debería ir a tu cartera (según estime oportuno dicha entidad, claro) irá a parar a la de otro. Así de simple; aunque tus contenidos estén bajo una licencia de cultura libre.
En definitiva, si este proycto de LPI me gustaba poco, ya no me gusta nada. Para satisfacer las ansias de recaudar de unos pocos grandes del sector que no son capaces de ver más allá de sus propias narices, de darse cuenta que los agregadores de noticias redundan en su propio beneficio, cohartan la libertad de todos los ciudadanos de no cobrar a estos servicios por incluir su material en sus resultados. Como autor y como persona, he visto pocas cosas más indignantes. No te recortan un servicio por el que estás pagando, como puede ser la sanidad o la educación; te retiran el derecho a regalar algo.
por mi parte, cuando publiqué Ángel de la muerte, desde la editorial me aconsejaron que me afiliara a CEDRO como medio para obtener una compensación económica por la posible piratería de mis obras. No soy un ingenuo; sé perfectamente que hay gente que se descarga los libros sin pagar; de hecho, creo que la mayoría de quienes leéis esto (y yo mismo) ha vulnerado alguna vez, en mayor o menor medida, la propiedad intelectual de alguien. Aún así, confío en que los lectores valoren mi trabajo y opten por pagar un precio razonable a cambio de poder disfrutar de mis creaciones. Otras las dejo gratis (cosa que parece no caber en la mente de los gobernantes), pues me parece una vía tan buena como cualquier otra para fomentar la lectura en general y la de mis obras en particular. Por eso, no tengo ninguna intención de ceder a esta maniobra, que sólo puedo calificar de estafa. Espero que la ley no salga adelante, o si lo hace, que sea con muchas modificaciones. En cualquier caso, si al final se salen con la suya los gigantes de la prensa y la ignorancia de los políticos, podré decir con la cabeza bien alta que no soy un cómplice de su legislación descabellada.
como dijo el Doctor en su 50 aniversario, es mejor fracasar habiendo intentado hacer las cosas bien, que triunfar sabiendo que lo has hecho mal. ¡Qué razón tiene! Como siempre, podéis comentar lo que os parezca. ¡Hasta la próxima!
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