Ir al contenido principal

Opinión: Juego de Tronos 7x02

Si algo puedo decir sobre mí respecto a esta serie, es que no soy el típico lector que la critica única y exclusivamente por su poca fidelidad a la obra literaria en la que se basa. Mientras muchos despotricaban allá por la cuarta y quinta temporada, cuando el camino de ambas creaciones empezaba a distanciarse claramente, yo veía la serie de televisión como una obra independiente y aparte, con su propio desarrollo de los hechos, que había que disfrutar como tal.

En ese entonces me intrigaba el desarrollo original de algunas tramas, que incluso llegaron a gustarme más en algunos puntos que los propios libros. Nunca soporté los insufribles capítulos de Brienne que nos brindó Martin en Festín de Cuervos, pero a la vez echaba de menos un poco más de relación con Jayme Lannister, que en la serie parece absolutamente olvidada. El caso es que me resultaba interesante. En cambio, si algo puedo decir de lo que llevamos de temporada, es que los acontecimientos son demasiado predecibles y forzados.

A partir de aquí, spoilers, así que, no sigas leyendo si no quieres arruinarte la experiencia.




El capítulo abría con una conversación entre Daenerys y sus dos consejeros principales para dilucidar si Varys es un hombre de fiar. Con tantas traiciones a cuestas, es normal que la pobre tenga sus dudas. La cuestión es: ¿por qué ahora? ¿No ha tenido tiempo de pensar en ello desde que se lo encontró? Supongo que regresar de forma tan grandilocuente a la isla predilecta de los Targaryen le debió provocar alguna clase de epifanía clarividente. Cosas del azufre en el aire, digo yo. La brisa marina no debe de ser tan buena para las neuronas. El caso es que la cosa se resuelve bien y Daenerys queda como una reina bipolar con buen corazón.


El caso es que el plan de Tyrion para tomar Poniente es fantásticamente absurdo. Con los Lannister sin apoyo, al margen de los isleños al mando de Euron, opina que un ataque directo para quitarse de en medio a Cersei convertiría los Siete Reinos en cenizas; R'hllor sabe por qué. Con lo sencillo que sería un impacto quirúrgico de dragones en la Fortaleza Roja al estilo Harrenhal y a otra cosa, mariposa.

En lugar de lo obvio, que hubiera reducido la temporada a 3 capítulos tal vez, la coalición de Daenerys con Dorne y Lady Olenna opta por un asedio estándar a la capital con un ejército ponienti. Alguna forma habría que dejarles a Cersei y compañía para que tengan tiempo de hacer sus maldades. Por supuesto, a la entrañable viejecita no le da buena espina el asunto, lo único con cierta lógica en todo esto. A mí tampoco. Ya sabía yo que el crucero hasta Dorne no iba a acabar bien para las Serpientes.

¡Ah! Se me olvidaba que, entre tanto, Melisandre se pone nostálgica y decide volver a Rocadragón. Debía de ir de vacaciones allí después de tanto estrés en el Norte, pero se topa con la llegada de Daenerys y decide pedirle que ayude a Jon con el asunto de los Caminantes Blancos. Todo muy lógico, hasta que uno piensa que los Stark participaron del derrocamiento de los Targaryen tanto o más que los Lannister (si bien de forma menos sanguinaria). Pero la amnesia vuelve a la dragoncita momentáneamente, se olvida de ello y acepta convocarlo para que le bese los pies.

Pasamos ahora a Cersei, que pone todo su empeño en convencer a los señores del Dominio de que la heredera de los Targaryen está todavía más loca que ella misma. Difícil empresa, pero su hermano gemelo hace lo posible para ayudar. La cosa queda en el aire, sin saber qué sucederá finalmente. Aunque yo apostaría a que nuestra entrañable abuelita sufrirá algún que otro percance.

El otro malévolo plan de Cersei consiste en hacer un homenaje a su hijo Joffrey construyendo una ballesta de un tamaño que cualquiera diría que tiene algún complejo. La prueba contra el cráneo inmóvil sale a las mil maravillas. Habrá que verla en acción contra tres dragones en movimiento, teniendo que maniobrar con un armatoste así. A lo mejor les dicen que les van a echar una foto para que se queden quietecitos, quién sabe. Espero que tengan preparados más de esos chismes, por su bien.

Por su parte, Arya continúa de periplo feliz hacia Desembarco del Rey, topándose con viejos conocidos y gente maja. Se ve que cargarse a los Frey le ha ayudado a soltar bastante tensión. El caso es que se entera de que Jon reina en el Norte y decide que ya ha jugado bastante a los asesinos, que es hora de volver a casa. Por el camino se topa con una manada de lobos liderada por un huargo que, a pesar de que parecía una escena destinada a un lacrimógeno reencuentro ama-mascota, nos dejó con un gatillazo de narices. Ella acaba diciendo que no es Nymeria. Y este es el punto que más me gustó de todo el capítulo, porque en realidad deja ver todo lo que ha cambiado la pequeña Stark en todo este tiempo, llegando incluso al punto de ser Nadie y que su más fiel compañera no la reconozca como tal. Aunque yo no descartaría el final feliz aprovechando la manía que tienen estos niños de meterse en la cabeza de sus lobos.

Bueno, ¿y qué hacemos ahora que no tenemos a ningún Bolton para desollar gente? Habrá que dejarle ese papel a Sam, para que haga algo útil el pobre. Esperemos que consiga curar al pobre Jorah y que la cosa no acabe en tragedia.

Hablando de él, Jon por fin ha recibido su carta diciéndole que bajo Rocadragón hay un quintal de vidriagón esperando. Eso acaba de convencerle para aceptar la oferta de Daenerys para que se acerque por aquellos lares a conocerla y prosternarse. A Sansa no le parece buena idea hasta que le dice que la dejará al mando. Esta chica no hace más que poner pegas últimamente. Esperemos que después de la charla del capítulo pasado, no haga ninguna estupidez de las suyas en ausencia del bastardo, porque no parece que su amenaza haya hecho mucho efecto en Meñique.

Y finalizamos con el abordaje de los isleños a la flota de Asha Greyjoy (me niego a llamarle de la otra forma). No, no me he olvidado de la noche loca de Missandei y Gusano Gris; es que no tiene ninguna relevancia y fueron minutos para rellenar que hubieran estado mejor invertidos en otra cosa.

Bueno, como decía al comienzo, me esperaba que esto acabara así desde que supimos el plan de acción. ¿Por qué Cersei sabe con pelos y señales lo que ha hecho Daenerys al otro lado del mundo y ésta no tiene idea ni de lo que sucede en la bahía de enfrente? ¿Exigencias del guión? ¿Varys perdiendo facultades a pasos agigantados? ¿Una traición del eunuco? Apostad por esta última; seguro que ganáis. Todo sea en pos de que la temporada dure más y puedan hacer otra, aunque hubieran podido conseguir lo mismo si no hubieran desperdiciado la trama de Dorne como lo han hecho. Pero qué sabré yo. El caso es que lo único que me sorprendió fue la actitud cobarde de Theon, que abandonó a su hermana por miedo a que le cortasen a él también algo; como si quedara nada ahí. Bromas aparte, sí que me encajó esta reacción y es de lo poco que salvo.

Habrá que ver qué nos depara el siguiente episodio, aunque, visto lo visto, yo no tendría expectativas demasiado elevadas. Está visto que, en el Juego de Tronos, o se entusiasma, o se defrauda.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hola, me llamo Javier y soy abstinente

Hola, me llamo Javier, tengo veintinueve años y soy abstinente. Desde que tengo derecho al voto, he vivido tres elecciones generales; cuatro si contamos la repetición de las últimas. En las primeras, 2008, voté a ZP. No parecía que lo hiciera mal. Luego decidí abstenerme como muchos que no veíamos una opción buena. El hartazgo cristalizó en el 15M, nuevas formaciones y soplos de aire fresco para la política. Me decanté por votar a C’s y me sentí defraudado cuando hubo que repetir. ME planteé de verdad no regresar a las urnas, pero al final decidí hacerlo. Hoy, en 2019, vuelvo a la abstención.

Escribir con Git I: Commit, log y revert

Mantener nuestros documentos controlados es fundamental a la hora de acometer cualquier trabajo. Da igual si se trata de escribir cuentos, novelas, tesis doctorales... En algún momento, nuestros documentos empezarán a bifurcarse, ya sea en diferentes versiones de borrador, ya sea en experimentos para avanzar en la historia. La forma más simple de acometer esta labor es generando diferentes versiones de nuestros documentos. Sin embargo, esto requiere de un proceso manual. Es más, es posible que no recordemos en qué versión hicimos cierto cambio si sólo las diferenciamos de forma numérica. Por ese motivo, he estado investigando cómo aplicar Git, un sistema de control de versiones muy utilizado en desarrollo software, para escribir. En este tutorial os enseñaré las facilidades que nos ofrece y os compartiré un trabajo que he realizado para facilitarnos la vida.

El Real Madrid hace arder el cosmos

Era la década de los 80. La era de la quinta del buitre. Noche a noche, remontada a remontada, se construían los cimientos de aquello que Valdano llama el miedo escénico. Esas epopeyas que se transmiten todavía hoy de padres a hijos entre el madridismo. Los gritos de la afición se convertían en energía para los jugadores. Energía para un terremoto que demolía las torres más altas del continente. Por desgracia, aunque el Real Madrid se postulaba como candidato a ganar la Copa de Europa, el sueño no llegó a materializarse. Pero los ecos quedaron resonando en los vomitorios, en las gradas, en el túnel de vestuarios... Fantasmas que reposan en paz hasta que sienten la llamada. Espíritus que se levantan como el jugador número doce cuando la situación lo amerita. Almas imperecederas que se honran cada partido en el minuto siete y que, como los Muertos de el Sagrario en El Señor de los Anillos , esperan el momento de saldar la deuda que contrajeron en su momento. Cumplir el juramento que no p