Me ha tomado un mes leerme este libro. No es demasiado largo, pero entre comidas y cenas de Navidad, el tiempo se me ha ido por el sumidero de una forma increíble. En líneas generales, me ha gustado bastante, aunque al pricipio no acababa de convencerme. Es una pequeña joya de la literatura de ciencia ficción y fantasía.
Título: American Gods
Autor: Neil Gaiman
Esta novela tiene un poco de todo. Carretera, fantasía, filosofía... En general, se puede considerar un retrato abstracto de la sociedad estadounidense. Es una tierra a la que han llegado varios pueblos invasores a lo largo de la historia y con ellos llegaron sus culturas y sus dioses. No obstante, se han perdido con el tiempo y han surgido nuevos ídolos. La televisión, internet, los coches...
Porque sí, este relato nos plantea la existencia de los dioses como un reflejo de la devoción humana hacia ciertas figuras. Cuanto más intenso sea ese fervor, más poderosos se hacen estos y viceversa. De modo que el plantel de los antiguos dioses nórdicos, egipcios y de otras culturas, está famélico y desesperado.
Entrando ya en materia, el inicio me resultó bastante desconcertante. Nuestro protagonista, Sombra, pasa por una serie de situaciones extraordinarias que apenas parecen afectarle. Es como un caballo al que le estuvieran tapando la vista lateral y solo fuese capaz de mirar al frente y seguir avanzando. Tan chocante resultaba que me planteé dejar de leer. ¿Podría estar una obra tan reconocida tan mal escrita? Simplemente, era tan raro que debía tener una explicación, así que me forcé a continuar. Mereció la pena. Unos capítulos después las cosas empezaron a encajar. Hacia la mitad del libro descubrí que Sombra siempre había sido así, un muerto en vida al que nada podía sorprenderle.
Creo que el estilo está muy bien escogido y también la manera de narrarlo. Hay una ingente cantidad de simbolismo y lenguaje poético, en especial cuando nos alejamos de la realidad y nos adentramos en el mundo de los sueños, plano inmaterial o como se quiera llamar. Los personajes tienen un gran carisma y personalidad. Pascua me parece una de las más interesantes por su trasfondo, una diosa a la que todo el mundo sigue haciendo ofrendas pero ya nadie recuerda de verdad. Y, por supuesto, el señor Wednesday es la piedra angular sobre la que gira la obra y quien le da sentido y vida.
La trama también es muy interesante, planteando un conflicto entre los nuevos y los viejos dioses. Además, los puntos de giro están muy bien elegidos y todo se desarrolla de una forma natural. Hay que decir que se utiliza el recurso deus ex machina un par de veces. No obstante, en este caso está justificado. ¡Nuestro protagonista se mueve entre dioses! Al principio chirría un poco, pero todo acaba encajando en el puzle a la perfección.
En definitiva, si os gustan este tipo de novelas y tenéis la paciencia necesaria como para aguantar unos cuantos capítulos sin entender nada, alimentando la mente con los recursos poéticos y los fuegos de artificio de Gaiman, es una lectura muy recomendable.
Título: American Gods
Autor: Neil Gaiman
Esta novela tiene un poco de todo. Carretera, fantasía, filosofía... En general, se puede considerar un retrato abstracto de la sociedad estadounidense. Es una tierra a la que han llegado varios pueblos invasores a lo largo de la historia y con ellos llegaron sus culturas y sus dioses. No obstante, se han perdido con el tiempo y han surgido nuevos ídolos. La televisión, internet, los coches...
Porque sí, este relato nos plantea la existencia de los dioses como un reflejo de la devoción humana hacia ciertas figuras. Cuanto más intenso sea ese fervor, más poderosos se hacen estos y viceversa. De modo que el plantel de los antiguos dioses nórdicos, egipcios y de otras culturas, está famélico y desesperado.
Entrando ya en materia, el inicio me resultó bastante desconcertante. Nuestro protagonista, Sombra, pasa por una serie de situaciones extraordinarias que apenas parecen afectarle. Es como un caballo al que le estuvieran tapando la vista lateral y solo fuese capaz de mirar al frente y seguir avanzando. Tan chocante resultaba que me planteé dejar de leer. ¿Podría estar una obra tan reconocida tan mal escrita? Simplemente, era tan raro que debía tener una explicación, así que me forcé a continuar. Mereció la pena. Unos capítulos después las cosas empezaron a encajar. Hacia la mitad del libro descubrí que Sombra siempre había sido así, un muerto en vida al que nada podía sorprenderle.
Creo que el estilo está muy bien escogido y también la manera de narrarlo. Hay una ingente cantidad de simbolismo y lenguaje poético, en especial cuando nos alejamos de la realidad y nos adentramos en el mundo de los sueños, plano inmaterial o como se quiera llamar. Los personajes tienen un gran carisma y personalidad. Pascua me parece una de las más interesantes por su trasfondo, una diosa a la que todo el mundo sigue haciendo ofrendas pero ya nadie recuerda de verdad. Y, por supuesto, el señor Wednesday es la piedra angular sobre la que gira la obra y quien le da sentido y vida.
La trama también es muy interesante, planteando un conflicto entre los nuevos y los viejos dioses. Además, los puntos de giro están muy bien elegidos y todo se desarrolla de una forma natural. Hay que decir que se utiliza el recurso deus ex machina un par de veces. No obstante, en este caso está justificado. ¡Nuestro protagonista se mueve entre dioses! Al principio chirría un poco, pero todo acaba encajando en el puzle a la perfección.
En definitiva, si os gustan este tipo de novelas y tenéis la paciencia necesaria como para aguantar unos cuantos capítulos sin entender nada, alimentando la mente con los recursos poéticos y los fuegos de artificio de Gaiman, es una lectura muy recomendable.
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